Esta es una de las enseñanzas del yoga que nos guía al desapego de las ideas preconcebidas, de la falsedad, del ego, de los gustos o disgustos, del condicionamiento de ser en realidad tal como es.
Intentar centrarse en uno mismo aislándose temporalmente del exterior... ¿No es eso a lo que nos invita o más bien nos obliga el mundo en el que estamos? Adiós tacones, minifaldas, nuestros días ahora están dedicados a la comodidad, y no hay nada mejor que unos leggings para estar en casa pero también para viajar... dentro de ti.
A continuación se ofrecen algunos consejos para observar lo que sentimos dentro de nosotros:
Primero, limite la información y las distracciones que provienen del mundo exterior para protegerse de la agitación mental. Tómate el tiempo para convertirte en un observador de tu respiración permaneciendo atento a todas las percepciones internas corporales o mentales, agradables o desagradables, sin cuestionar ni reflexionar sobre estas percepciones.
Observar el movimiento natural asociado a la respiración: hacia el paso del aire por las fosas nasales, la difusión del calor en el cuerpo durante las exhalaciones, la sensación de pesadez y relajación del cuerpo o la percepción de imágenes, ideas que se dirigen a nuestra mente sin rechazar nada. (ni siquiera percepciones desagradables de dolor o tensión). No evitamos las sensaciones desagradables pero las sentimos sin dejar que se amplifiquen.
Poco a poco nos desprendemos de lo que nos rodea. Sócrates dijo “Conócete a ti mismo” y precisó “y conocerás el Universo”. El autoconocimiento íntimo es la clave para la apertura a la vida y al universo.
Finalmente establece una intención, ahora que estás bien instalado contigo mismo en calma y tranquilidad. Escucha lo que quieres y la vida se encargará del cómo. Deja que esta intención exista sin aferrarte a ella.
¿Qué quieres cultivar hoy? ¿Cual es tu deseo?
Hélène Duval para “Hélène et les Yogis”, todos los viernes de 8:45 a 9:00 en la cuenta de Instagram @heleneduvalyoga
0 comentarios